miércoles, 13 de enero de 2016

Oyendo con los Ojos. Cecilia Paredes.


Lugar:
Tabacalera Promoción del Arte. Calle Embajadores nº 51, 28012, Madrid.


Horarios:


  • De martes a viernes de 12:00 a 20:00 hh.
  • Sábados, domingos y festivos de 11:00 a 20:00 hh.
  • Cerrado los lunes.

Precios:

Entrada gratuita.




    Durante la visita navideña de mi alter ego, con quien escribo en este blog, decidimos visitar la exposición de Cecilia Paredes en la Tabacalera. Se podrá visitar hasta el 17 de enero así que os animo a aprovechar los próximos días para acceder a esta interesante muestra de la artista peruana compuesta por fotografía, escultura e instalaciones diversas.


Acercarse al arte, adentrarse en este caso en una de las salas de la Tabacalera, supone un acto de sacralidad para nuestro ateo espíritu. Cuando era más joven y tenía lo que entonces consideraba una cabeza amueblada y ahora veo como una mente poco flexible, en formación y demasiado cuadriculada, solía preguntarme qué era arte y qué no lo era. Me dio por preguntarle a una inepta estudiante de Bellas Artes y me remitió al libro de no sé quién así que sólo pude reafirmarme en que la chavala efectivamente era un folio en blanco. Mi criterio para contestarme a mí misma solía ser, básicamente, la dificultad que tuviera la realización física de la obra en sí de manera que habría llamado arte a un cuadro de Boticelli sin dudarlo pero no era capaz de entender qué podía tener de valioso el arte contemporáneo. (Aunque era lo suficientemente prudente como para mantenerlo en secreto.).

Una de las muchas veces que por esa época visité el Museo del Prado, ante un cuadro de Velázquez, entendí que un artista podía ser grande sin ser técnicamente perfecto. ¿Que Velázquez no es técnicamente perfecto? Siento decir que creo que no. Mirando uno de esos aburridos cuadros en los que un prepúber-pijo-pálido-de mejillas sonrosadas (Esto de los guiones en castellano no existe, niños, pero da igual. A la tita le gusta escribirlo así.) mira al espectador sentado al lomo de un caballo me di cuenta de que las patas del mismo habían sido dibujadas y corregidas varias veces y lo más fascinante de todo: el caballo seguía siendo una chapuza a nivel anatómico. Entonces pensé: puedo ser una adolescente incapaz de entender la profundidad del arte contemporáneo. Pero, ¿voy a negarle su talento a un pintor a quien siempre se ha considerado un coloso sólo porque tuviera un punto débil? Obviamente no. En ese momento me di cuenta de que si la perfección fuera el criterio a nivel artístico nos lo habríamos perdido TODO. Entendí también que me quedaba TODO por comprender acerca del arte. Y tiempo después supe por fin que el único criterio para saber qué es arte es que ponerte ante la obra te provoque sobrecogimiento.






Es precisamente lo que sentí al poner un pie dentro de la primera sala en la que se disponen las obras de Cecilia Paredes. Me pareció un viaje hacia lo humano desde la naturaleza. Un movimiento desde lo terrenal representado por las plumas de las aves pintadas y con ello sublimadas y desde los materiales y texturas hacia lo espiritual; lo trascendente. Si además de amantes del arte sois, como yo, amantes de las culturas precolombinas podréis disfrutar en esta exposición de su huella y de la reinterpretación que hace la artista de sus propias raíces culturales y su relación con las vidas de los hombres y mujeres de hoy. Desde Blog Letraxx os recomendamos que no os lo perdáis. El arte transforma lo percibido por los sentidos de sensación en experiencia y la experiencia siempre merece la pena.



Si creéis que no vais a poder acudir a la exposición u os encontráis fuera de Madrid en el siguiente enlace podéis hacer una visita virtual.

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